Claudio Naranjo: “La escuela se usa para domesticar”

GASPAR HERNÀNDEZ “El Periódico”

Un niño sabio

Claudio Naranjo (Valparaíso, 1932) es un sabio de rostro algodonoso y polar. Tal vez se dejó barba para disimular su ojos de niño, y sus dientes. Lleva unos zapatos inquietantes, raro cruce de zueco agujereado y chancla. Afirma que los conflictos mundiales no se solucionan con conferencias internacionales de políticos, sino cambiando la educación. La esperanza: nuestros hijos. Para Naranjo, la felicidad es el equilibrio entre el pensar, el sentir y el querer. Y realizar el potencial de nuestro ser.

–Dice que el sistema educativo solo sirve para mantener la sociedad actual. ¿Cómo podemos cambiar el mundo con la educación?
–La educación tendría que pasar de ser un órgano reproductor de la sociedad que tenemos a ser un órgano de fomento de la evolución. Habría que dejar de usar la educación como sistema de adoctrinamiento o de reclutamiento para esa sociedad. Hay un elemento despótico: se usa la escuela para domesticar. Tendríamos que usar la educación para formar seres completos.

–¿Y qué es un ser completo?
–La educación actual solo se ocupa de la mente racional, práctica, instrumental, como si fuéramos solo eso. Se crean seres egoístas y prácticos que no tienen una dimensión del goce de la vida. No parece legítimo educar para la felicidad. Si se calculara el precio de la infelicidad que se crea, se vería lo antieconómica que es nuestra educación. Crea gente infeliz, que desarrolla neurosis y enfermedades psicosomáticas, que no funciona bien en el trabajo.

–Usted no está a favor de las notas.
–El sistema de aprendizaje basado en notas viene a decir que hay que aprender para comerse la zanahoria. Las cosas verdaderas se aprenden por amor a aprender, por amor a la verdad, por deseo de saber. Los niños tienen gran curiosidad, pero se les va matando esa curiosidad cuando se les obliga a repetir cosas aprendidas. Sobre su pregunta anterior, un ser completo no es solo un ser inteligente; también es amoroso y tiene una sabiduría instintiva. Esta sabiduría es sagrada para las culturas chamánicas, que tenían mucho contacto con el animal interior. El alma es como un animal.

–¿Los maestros tienen que estimular al animal interior?
–Sí. ¿Sabe cómo? Enseñando con una actitud amorosa. No siendo explotadores disfrazados de buenos maestros.

–¿Explotadores?
–Le roban al niño muchas horas de su vida durante muchos años de escuela. Lo mantienen en una incubadora, inmóvil en la clase aprendiendo estupideces que poco le van a servir para la vida. La verdad no se aprende en libros que hablan de lo que dicen otros libros. Eso es un conocimiento muerto. No hay prueba científica de que la educación de ahora sirva para el desarrollo de las personas. Por suerte, los niños tienen el buen instinto y sentido que les dice: “Esto no va conmigo, no responde a mi situación existencial”.

–Y, además, está el ego. Se nos educa para cultivar el ego.
–El ego es una prisión. Una mente chica. Un tejido de emociones destructivas y carenciales. Por eso, la envidia, el orgullo, son lo que mueve a la mayoría durante la mayor parte de su vida. Hay que conocer al ego para no ser su esclavo.

–¿Cómo es su ego?
–Es un buen burrito de carga. Lo uso para mis tareas.
–Según usted, ¿cuál es el mayor problema del mundo?
–El virus del lenguaje. Se mira todo a través de un exceso de juicios. No vivimos de forma natural, sino a tra- vés de conceptos intermedios, de lo que debería ser y cómo debería ser. Y el dinero. Hoy en día, lo único grande es el dinero. Es como si la gente estuviera loca por el dinero. Como decía Antonio Machado, solo un necio confunde valor y precio.

–¿Qué es lo real?
–La experiencia vivida. Pero la experiencia humana es como la cebolla. Hay cosas profundas y superficiales, incluso en el mundo emocional. Para un místico, lo real es el meollo de la conciencia. El ser es lo real. Y la gente no tiene esa experiencia del ser. La gente busca el ser generalmente donde no está: en el placer, en la intensidad, en tener. Casi toda su vida es un sentido de déficit, porque no saben que existen. Una persona que ha llegado a sí misma es la que ha llegado a saber que es.

–Usted lo descubrió en el desierto.
–Fue la sala de partos. El comienzo de una nueva vida. Yo era un buscador sediento, me había acercado a muchos maestros, pero no había metido la cabeza en el cielo, excepto con algunas experiencias psicodélicas. En el desierto empezó la posibilidad de encontrar una conciencia contemplativa, de entrar en contacto con lo divino, se le llame como se le llame, porque yo no simpatizo con los que hablan de Dios.

–Dios no está de moda.
–Y con razón, porque se ha usado su nombre más que en vano. El nombre de Dios lo han usado mucho los bandidos.

–Y usted ¿qué quiere ser cuando sea mayor?
–Yo ya llegué al cielo, y lo perdí. Me gustaría terminar de volver a la tierra. Sembrar aquí, en la tierra, lo que encontré en el cielo. Yo estoy creciendo, estoy en desarrollo. Por ejemplo, cada vez hablo con más fluidez. También me gustaría tener el corazón más grande, servir más a los otros y estar al servicio de lo que la vida me diga.

Vía: El Periódico

Foto: Danny Caminal

“MI MAMÁ Y YO A VECES NO NOS ENTENDEMOS”

Publicado en revista Max Mara. Ayuntamiento de Bilbao.

Yolanda González

• ¿Cuántas veces sentimos ante un niño o una niña pequeña, que nos está tomando el pelo?

• ¿Cuántas veces hemos pensado, que están “sordos”?

• ¿Qué paciencia hay que tener en el difícil oficio de ser madre y padre!

• ¿Por qué les cuesta tanto escucharnos? ¿Por qué no colaboran?…

Estas reflexiones y sensaciones son bastante comunes en el mundo de los adultos. Pero ¿vaya sorpresa nos llevaríamos, si supiéramos lo que ellos sienten!

¿Por qué les cuesta tanto hacer lo que les pedimos?, ¿nos están probando?
Los adultos interpretamos la conducta de nuestros hijos o hijas con el cristal de nuestra experiencia vital adulta, donde todo está teñido de intencionalidad. Leemos en sus actos una “intención”, como ocurre en el mundo adulto. Además estamos convencidos que nosotros “sabemos” y ellos “no”. Y ahí comienza una batalla a veces desesperante por hacernos entender, que acaba en más de un llanto y pataleta cuando no en enfados e impotencia. Es decir, en desarmonía, que es precisamente lo que no deseamos.

Pero a veces da la sensación que no quieren aprender la experiencia. Por ejemplo, cuando todas las mañanas son un suplicio porque se entretienen con cualquier cosa y no les da tiempo ni a desayunar para ir al cole. Y no hay forma de que lo entiendan. Podríamos narrar cien mil experiencias similares y conocer tantas respuestas como personas, que a veces funcionan y otras no, con el objetivo de que nos hagan caso (amenazas, castigos…). Pero el problema seguiría sin solucionarse satisfactoriamente. Si queremos una relación positiva, basada en cierta armonía y no en batallas cotidianas donde hay ganadores y perdedores, tenemos que cambiar radicalmente el “chip” como adultos, viendo su conducta con los “ojos de niño”, para entender qué pasa en sus corazones y en sus cabecitas.

Entonces, ¿quizá somos nosotros quienes no les entendemos?
Ese es el punto de partida. Somos nosotros los que debemos de ponernos a su altura, y no ellos a la nuestra. Tenemos bastante desconocimiento sobre el mundo infantil: olvidamos demasiado a menudo que se están formando, que son inmaduros, y que están aprendiendo día a día. A veces les pedimos respuestas que ellos viven ajenos a su edad. Y los pequeños, a veces se sienten incomprendidos con nuestro enfado cuando no hacen lo que queremos. Es como pedirle a una niña de 6 meses que camine o hable como si tuviera 3 años. No corresponde a su edad madurativa.
Sin embargo, el mensaje de “desayuna que hay que ir al cole” o lávate los dientes para ir a la cama”, parece muy sencillo como para ser entendido.

¡Claro! Y es que antes de los 3 añitos entienden perfectamente el discurso verbal. Pero no la lógica que para los adultos tiene. Y comprender esto es crucial para que no interpretemos que nos desobedecen. Nos provocan y todas esas atribuciones que acostumbramos a adjudicarles.

¿Podrías ampliar este planteamiento?
El mundo adulto y el infantil son por naturaleza opuestos: los pequeños aprenden jugando, para ellos todo es posible, viven en la fantasía. Nosotros funcionamos desde la realidad y generalmente desde nuestros deberes. Esto es lo esencial: desde que nacen hasta los tres-cuatro años aproximadamente, están regidos por el denominado principio del placer. ¿Qué significa esto? Que para crecer sanos, sólo viven para jugar y para la expansión. Puede que recojan por imitación los juguetes, pero no lo integran como algo lógico en su vida. A partir de esas edad, y muy poco a poco, empiezan a asumir que además de jugar hay que hacer otras cosas que no gustan tanto. Pero lo hacen con ayuda del adulto. Eso es fundamental. Para ningún niño o niña el “deber” tiene el sentido que para el adulto. Se lo tenemos que recordar. No porque sean tontos, sino porque son pequeños. Porque sus necesidades y las nuestras no tienen nada que ver. Mucho más lentamente de lo que desearíamos, van asumiendo responsabilidades en su corta vida, pero esto es realmente difícil para ellos antes de los 6-7 años, edad que la que finaliza la formación de su carácter.

¿Cómo podemos llegar a entendernos?
Lo primero de todo, cambiando el “chip” y no leyendo en sus actos malas intenciones, sino inmadurez. Lo segundo, acompañándoles con mucho cariño y paciencia en las “labores” cotidianas que tengan que ver con el aseo, comidas, vestirse, etc. Porque para ellos no tienen el mismo valor que para nosotros. Lo tercero, recordando cómo nos sentíamos cuando nuestra madre o padre nos reñían, gritaban, pegaban o amenazaban por no “hacerles caso”, cuando nuestra única intención era seguir jugando. Y por último, y lo más importante pero difícil por falta de práctica, acostumbrándonos a relacionarnos en base a “acuerdos” y no tanto en “órdenes” de que sabe hacia el que “no sabe”, puesto que esa no es la mejor forma de acompañar en el crecimiento y en la exploración de la vida a lo que más queremos, nuestros hijos e hijas.

Entrevista a Carlos González

El reconocido pediatra Carlos González presenta su último libro Entre tu pediatra y tú. Lo que necesitas saber para cuidar a tu hijo de forma natural.


El autor de Bésame mucho presenta su último libro Entre tu pediatra y tú, un recopilatorio de preguntas y respuestas que trata de resolver las dudas de los papás de hoy. Carlos González ha hablado con www.mibebéyyo.com de la publicación de su nueva obra.

Entre tu pediatra y tú es un recopilatorio de más de 200 cartas de mamás. ¿Qué criterio se ha seguido a la hora de seleccionar las cartas que iban a ser publicadas y las que no?

Las más interesantes, las que aportaban suficientes datos para hacerse una idea más o menos cabal de la situación. Y, en la medida de lo posible, las más variadas (porque algunas preguntas, como “no come” o “no duerme”, aparecían cientos de veces).


¿Por qué un libro de preguntas y respuestas?

Porque las preguntas son más interesantes que las respuestas. La mayoría de las respuestas que doy en este libro se pueden encontrar, con palabras parecidas, en otros libros anteriores. Pero pensamos que para los padres puede ser útil leer de primera mano las experiencias de otros padres. Darse cuenta de que su hijo no es tan raro como pensaban.


En más de una ocasión ha tranquilizado a las mamás afirmando que no deben tener miedo, que tanto la madre como el hijo sabrán lo que tienen que hacer en cada momento. ¿Cree que las madres de hoy se sienten tan inseguras porque consideran que han perdido el instinto?

Algunas se sienten inseguras. Seguro que también hay muchas que se sienten muy seguras, y por eso no nos envían preguntas.
A veces, la desinformación contribuye a esa inseguridad. Los padres sienten deseos de consolar a su hijo que llora, de cogerlo en brazos, de metérselo en la cama cuando llora por la noche… pero encuentran libros y expertos que dicen que eso “es malo”, y les hacen dudar. Otras veces, la inseguridad parece estar relacionada con la falta de contacto. Los niños de ahora pasan menos tiempo con su madre que los de hace cuarenta años. Ahora, muchos empiezan a ir a la guardería con pocos meses, se quedan a comer, hacen horas de “acogida”… Son las “horas de vuelo”, el prolongado contacto con su hijo, lo que hace que la madre se sienta segura de sus propias decisiones, de su forma de cuidarlo.

Su libro está impregnado de un toque de humor. En algunas ocasiones ha comentado que utiliza el humor para desdramatizar la situación de cara a las mamás. ¿Cree que las madres le dan demasiada importancia a aspectos que no la tienen? ¿En qué cree que deberían cambiar?

A veces sí. Por supuesto hay niños con verdaderos problemas, con graves enfermedades, con problemas neurológicos… pero no hay mucho de eso en mi libro. Y sin embargo ves familias enteras muy preocupadas por si el niño se acaba la fruta.


En alguna entrevista ha mencionado que el objetivo de que el niño deje de dormir con los papás no es que duerma el bebé, sino los padres. ¿Qué es lo que quiere decir con esta afirmación?

Lo que yo suelo decir que el objetivo no es que duerma el bebé (él no tiene que trabajar, y si no duerme ahora, ya dormirá luego); el objetivo es que duerman los padres.
Por ejemplo, un bebé duerme en la cunita junto a la cama de su madre. Se despierta, la madre lo coge rápidamente sin salir de su propia cama y se lo pone al pecho. El bebé se tranquiliza enseguida. Normalmente, la madre se duerme antes que el bebé, por lo que éste se queda ya en su cama. A la mañana siguiente, la madre no puede decir si su hijo ha mamado dos veces o cinco, porque estaba medio dormida y apenas se acuerda. Pero a otras madres les han dicho que está prohibido dormir con el bebé. Se ven obligadas a hacer el esfuerzo de mantenerse despiertas esperando a que el bebé se duerma para poder volver a dejarlo en la cuna. Y como los bebés tardan 15 o 20 minutos en entrar en la fase de sueño profundo (si intentas dejarlo en la cuna antes, se pone a llorar), para cuando consigue dejar al bebé en la cuna, la madre ya está completamente desvelada y le cuesta mucho dormirse. No digamos la que tiene que levantarse porque el bebé está en otra habitación. Esas madres sí que recuerdan perfectamente las cinco veces que se despertó su hijo. Es lástima que algunas familias estén haciendo esos sacrificios, renunciando a dormir los padres con tal de hacer dormir a los bebés. Y ese es uno de los principales mensajes de mi libro: que tienen derecho a meterse al niño en la cama, si eso les resulta cómodo.

Es Presidente de la Asociación Catalana pro Lactancia Materna. Muchos de sus consejos están destinados a que la mamá pueda seguir dando el pecho a su bebé el máximo tiempo posible. ¿Qué les diría a todas esas mamás que han optado por la lactancia artificial?

Pues que me parece muy bien, cada madre toma su decisión en función de su situación personal, sus deseos, sus conocimientos y su circunstancia.


En sus libros señala que en el hecho de dar de mamar, la madre le está dando muchas cosas más además de leche al bebé. ¿A qué “cosas” se refiere?

Le está dando contacto físico, cariño, consuelo, calor, el latido de su corazón y el suave movimiento de su respiración… por supuesto, es perfectamente posible darle todo eso a un bebé sin darle el pecho. Pero lo que no es posible es darle el pecho sin darle al mismo tiempo todo lo otro. Y hay que tener en cuenta que los bebés no sólo piden pecho cuando necesitan leche; también lo piden cuando necesitan calor, brazos, afecto, contacto…


Es de la opinión de que si un niño llora es por algo, porque se siente mal por algún motivo y nos lo está intentando comunicar a su manera. ¿Qué límites deben establecer los padres para satisfacer los deseos de sus hijos?

El límite de lo posible. Como haríamos con cualquier otra persona. Si un amigo me llama por teléfono llorando, no le cuelgo. Le escucho, intento averiguar cuál es su problema, intento ayudarle en lo posible. Pues con más motivo si no es un simple amigo, sino un hijo.

EL CAMINO DE LA SOCIALIZACIÓN

Texto de Amparo Romero. Coordinadora de la Escuela Infantil Ocaive

Momento de adaptación a la escuela infantil

Ese niño que llega al mundo, que recién despierta a vida, viene con todo su potencial como ser humano, pero para poder desarrollarse y realizarse como persona, necesitará de comunidad. La familia será la primera comunidad educativa con la que vivirá, para después ir agrandándose y abriéndose a otras comunidades más amplias.

Entre todas las opciones posibles con las que los padres se van a encontrar, os hablaré de aquella que queramos o no, es la más extendida y practicada por el conjunto de padres, dadas sus necesidades sociolaborales, y el escaso apoyo que los gobiernos en este país, ofrecen a la crianza de los hijos: la escuela infantil y de cómo podemos hacer que este momento sea lo menos doloroso posible para nuestros hijos.
El momento de adaptación a la escuela se va a caracterizar por el conjunto de emociones que el niño va a vivir, fruto la separación de lo más preciado para él, que es la figura de la madre. Dependerá mucho de cómo se produzca que el niño la supere con éxito, con resignación o con frustración.

Algunas investigaciones psicológicas sobre respuestas de los niños en la vida diaria, durante separaciones que duraban desde un par de horas hasta un día en los jardines de infancia dieron como resultado que:

1. Los niños rápidamente detectaban la ausencia de la madre y mostraban cierto desasosiego y preocupación que iba desde la ansiedad hasta la angustia intensa. Paralelamente dejaban de jugar completamente o casi completamente.
2. Los niños no se reponían rápidamente después del encuentro con la madre.
3. Muchos niños mostraban reacciones de enfado por haberlos dejado solos.
4. En general los niños mostraban mayores signos de estrés que los niños.

De aquí surgió la recomendación de que en la medida lo posible, los niños no ingresaran en el Jardín de Infancia antes de los tres años, o de que en caso de que esto sucediera, se prestara atención a los síntomas que pudieran surgir o, lo que es más importante aún, a la ausencia de síntomas.

Existe el prejuicio cada vez más extendido de que los niños y niñas de entre dos y tres años no deberían llorar, ni resistirse frente a la partida de su madre y que si lo hacen, esto indica que la madre los malcría o los sobreprotege. Contrariamente a lo que habitualmente se piensa, lo normal es que el niño/a proteste, llore, grite y se resista enérgicamente a cualquier tipo de separación durante los primeros tres años de vida,
y que la pronta aceptación por parte del niño de la partida de la madre puede hacernos sospechar que existe alguna patología en el vínculo.

Otras investigaciones médicas han desvelado en los últimos años, cómo el desarrollo de las sinapsis neuronales dependen de la calidad de las relaciones afectivas del bebé con su entorno, que éste desarrollo cerebral se produce en los primeros años de vida (sobre los 3 años debe haberse desarrollado en un 70- 80%), y que las graves carencias afectivas en estos primeros años producen alteraciones graves en el desarrollo biológico del cerebro del niño en manera parecida, a como las graves carencias dietéticas producen perturbaciones importantes e irreparables en el desarrollo somático,... que incluso una vez desarrollada la masa cerebral y establecidas las sinapsis neuronales la eficacia de la comunicación bioeléctrica y bioquímica entre ellas, fundamento de la actividad cerebral, está regulada por la producción hormonal que depende en buena medida de los estímulos y el ambiente afectivo. La alimentación y los cuidados higiénicos hacen posible e! desarrollo en lo corporal del bebé. El clima afectivo hace posible la aparición, desarrollo y funcionamiento de las estructuras biológicas que sostienen la estructura psíquica del individuo.

Con todo ello, tendría que estar claro que cualquier tipo de escolarización anterior a los tres años, debería darse solo en caso de necesidad, y que al mismo tiempo se tendrían que dar las condiciones en la escuela para que el niño encontrara un clima cálido y sereno en el que fundamentar su seguridad afectiva.

El cuidar cómo se va a dar este proceso de adaptación en la escuela es una tarea que no podemos, pues, dejar de lado tanto padres como educadores y en la que el trabajo conjunto familia-escuela se hace prioritario, debiéndose considerar como fundamental.

La familia en la medida de lo posible debería de buscar fórmulas que ayuden al niño a acoplarse a las exigencias de este periodo y no descargar todo el esfuerzo necesario en el niño y en los educadores. Esto puede conseguirse mediante la reducción en el tiempo de estancia en la escuela, así como con la presencia de los padres (al menos uno de ellos o algún familiar muy cercano) en la escuela, hasta que el niño/a diera
signos de confianza con la educadora. Las escuelas infantiles deberían ofrecer la posibilidad a los padres de acompañar a sus hijos en la formación de nuevos lazos afectivos, que le permitan vivir la separación cuando ya el niño haya estructurado nuevas relaciones con sus educadoras, que le sean satisfactorias. Este hecho es una de las estrategias más eficaces con las que los bebés de 0-3 años podrían contar si la
escuela fuera realmente la casa de los niños, ese lugar que los adultos creamos pensando sólo en ellos.

Todos deberíamos luchar porque este hecho fuera una realidad, el derecho lo tienen nuestros hijos, el deber nosotros, padres, educadores y sociedad en general.

Bowlby decía que: "Ser un padre exitoso implica un duro trabajo. Cuidar a un bebé o a un niño que empieza a caminar es un trabajo de veinticuatro horas diarias, durante los siete días de la semana. Actualmente para la gente esta es una verdad desagradable. Dedicarles tiempo y atención a los niños significa sacrificar otros
intereses y actividades... Diversos estudios indican que los adolescentes y adultos jóvenes, sanos, felices y seguros de sí mismos son el producto de hogares estables en los que ambos padres dedican gran cantidad de tiempo y atención a los hijos... Por razones políticas y económicas diversas la sociedad no les brinda a los padres esta posibilidad"

LA HORA DEL PLANETA




1. ¿Qué es la Hora del Planeta?
La Hora del Planeta es una iniciativa global de WWF donde los individuos, escuelas, organizaciones, empresas y gobiernos apagan sus luces durante una hora para votar a favor de la acción sobre el cambio climático. Al votar con sus interruptores de luz, los participantes de la Hora del Planeta envían un poderoso mensaje visual a sus dirigentes exigiendo acción inmediata sobre el cambio climático.
La Hora del Planeta es el evento climático más grande en la historia. En el 2009, participaron más de 4,000 ciudades en 88 países, incluyendo 200 ciudades españolas.
WWF espera a través de la Hora del Planeta generar impulso político para la adopción de un tratado mundial ambicioso, justo y vinculante sobre clima para reducir nuestras emisiones de carbono, después de los decepcionantes resultados de la Cumbre de Copenhague.

2. ¿Cuándo es la próxima Hora del Planeta?
La Hora del Planeta tendrá lugar el sábado, 27 de marzo de 2010 a las 20:30, hora local.

3. ¿Qué se tiene planeado para la Hora del Planeta 2010?
El sábado, 27 de marzo 2010 a las 20:30 cientos de millones de personas en todo el mundo apagarán sus luces durante una hora, simbólicamente, llamando a la acción sobre el cambio climático. En España, WWF busca el apoyo continuo de ayuntamientos, empresas y otras instituciones, así como de los millones de españoles que votaron con su interruptor durante la Hora del Planeta 2009.

4. ¿Qué sucedió durante la Hora del Planeta en 2009?
En el 2009 unos mil millones de personas de más de 4.000 ciudades en 88 países participaron en el evento. En España participaron unos 4 millones de personas y 200 ciudades, apagando edificios emblemáticos como la Alhambra de Granada, la Cibeles, el museo Guggenheim, la torre Agbar de Barcelona y cientos de edificios más.
El mundo respondió de forma increíble, apagando el Puente Brooklyn de Nueva York, el Edificio Empire State, el Puente Golden Gate, las Grandes Pirámides de Giza, la Acrópolis y el Partenón en Atenas, la Basílica de San Pedro en el Vaticano, el Big Ben y las Casas del Parlamento en Londres, el Palacio de los Elíseos y la Torre Eiffel en París, el Nido de Pájaros y el Cubo de Agua en Beijing, la Sinfonía de las Luces en Hong Kong, La Casa de la Opera de Sídney y la estatua de Cristo Redentor en Río de Janeiro.
También se contó con el apoyo del Premio Nóbel, Arzobispo Desmond Tutu, el Secretario General de la ONU, Banki Moon y multitud de actores, cantantes y deportistas. En España
colaboraron con su testimonio cantantes como Sergio Dalma, Rafael, Miguel Bosé y Alejandro Sanz, actores con José Coronado y Goya Toledo.

5. ¿Cómo puedo animar a amigos y familiares a unirse a la lucha contra el cambio climático?
En www.wwf.es/horadelplaneta se encontrarán varias herramientas que puede usar para invitar a sus amigos y familiares a participar en la lucha contra el cambio climático.

6. ¿Es el evento la Hora del Planeta un simple acto simbólico?
Los símbolos son muy poderosos. Desde el Motín del Té hasta las protestas pacíficas de los años 60, los símbolos han podido encender la chispa del cambio que ha corrido por todo el planeta. Apagar el interruptor para el evento de la Hora del Planeta es una forma en que las personas se pueden implicar y exigir acción dondequiera que estén. Es fácil de manera que todos pueden participar sin importar su ubicación, edad o nivel de ingresos. Un gesto es un símbolo; mil millones de gestos es una acción global.

7. ¿Qué están haciendo los gobiernos en cuanto al cambio climático?
En diciembre, los líderes del mundo se reunieron en Copenhague para crear un acuerdo internacional que aborda el cambio climático reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. El resultado fue insuficiente y decepcionante, ya que no se consiguió llegar a un consenso para producir un nuevo acuerdo ambicioso, justo y vinculante para luchar contra el cambio climático. La actual situación política de tensión creciente entre EE.UU y China, los desencuentros entre los países desarrollados y en vías de desarrollo y una economía global todavía en recesión, dibujan el panorama sobre el que hay que definir la campaña este año.

8. ¿Cuál es la relación de la Hora del Planeta con WWF?
La Hora del Planeta es una iniciativa liderada por WWF, que se basa fuertemente en el apoyo de sus valiosos socios. Mientras que WWF es la organización principal que concibió la Hora del Planeta, muchos otros grupos y ONGs continúan apoyando la Hora del Planeta año tras año.

9. ¿Por qué está WWF haciendo frente al cambio climático?
WWF tiene el compromiso de salvar los hábitats y especies más amenazados del planeta, incluyendo los tigres, rinocerontes, elefantes y osos polares. Para hacerlo con eficacia WWF debe centrarse en las amenazas más inminentes, siendo el cambio climático un punto común para todas ellas.

En pocas palabras, el cambio climático cambia el juego. Amenaza con deshacer los grandes progresos realizados en la conservación de las regiones y animales más importantes y más amenazados del mundo.

Es la Hora del Planeta
Apaga la luz, ilumina el futuro

A volar!

Hace algún tiempo conté aquí que un grupo de padres, madres, maestros, psicólogos...estábamos reuniéndonos para solicitar a la administración una escuela a la altura de nuestras expectativas y nuestros sueños. El proyecto se llama "A volar" y la verdad es que esa es la sensación que tengo...estamos volando!
Después de varias reuniones con la administración, de recoger firmas, de divulgar nuestro proyecto...nuestros esfuerzos han dado su fruto. La consejería nos ha escuchado y nos van a apoyar con un colegio público para "nosotros"

Y ahora es cuando empieza el trabajo de verdad...hay que preparar el proyecto educativo y curricular...y esto no es fácil, somos muchos para ponernos de acuerdo. Lo bueno es que tenemos un objetivo común, muchas ganas y mucha alegría...cada vez tenemos más cerca el
cole perfecto para nuestros hijos!

Yo como madre tengo claro que quiero estar presente en la
construcción del proyecto...aunque aún no tengo claro lo que puedo aportar, pero quiero estar ahí y colaborar .

Hablamos de que queremos un lugar mejor para nuestros peques y la mejor manera que he encontrado para contribuir a que el mundo sea un poco mejor es
participando en este proyecto. Por una vez, los adultos nos unimos y trabajamos más allá de las diferencias!

Todos tenemos una idea de cómo sería el
cole ideal para nosotros, el trabajo está en unir esas ideas y crear un colegio real y posible.

Para mí la educación integral incluye una educación para el espíritu...y mi búsqueda ahora pasa por encontrar la manera de aportar algo en este campo...y creo que lo encontraré!

Ya os iré contando

Si
queréis conocer el proyecto...
http://proyectoavolar.wordpress.com/

8 de Marzo, Día de la Mujer trabajadora


Ocho de marzo

Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres,
¡Qué poco es un solo día, hermanas,
qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!
De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
-toda la atropellada ruta de nuestras vidas-
deberían pavimentar de flores para celebrarnos
(que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oyó
las floridas avenidas postradas de pena de Londres)
Nosotras queremos ver y oler las flores.
Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembras
en vez de machos,
Queremos flores de los que nos cortaron el clítoris
Y de los que nos vendaron los pies
Queremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidáramos a los hermanos y ayudáramos en la cocina
Flores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía
Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo más pesado
Y del que nos corrió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas
Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos a parir
a riesgo de nuestras vidas
Queremos flores del que se protege del mal pensamiento
obligándonos al velo y a cubrirnos el cuerpo
Del que nos prohíbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte
Queremos flores de los que nos quemaron por brujas
Y nos encerraron por locas
Flores del que nos pega, del que se emborracha
Del que se bebe irredento el pago de la comida del mes
Queremos flores de las que intrigan y levantan falsos
Flores de las que se ensañan contra sus hijas, sus madres y sus nueras
Y albergan ponzoña en su corazón para las de su mismo género

Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanos
donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;
arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,
de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.

Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.
Queremos flores hoy. Cuánto nos corresponde.
El jardín del que nos expulsaron.

Gioconda Belli
8 de Marzo de 2007